Murallas de Quesada

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Quesada tuvo un importante recinto amurallado del que todavía quedan en pie dos puertas, lienzos y torreones.
El recinto amurallado de Quesada se componía de dos murallas diferenciadas, la Muralla del Alcázar de Quesada con dos puertas y nueve torres defensivas, entre ellas la torre del homenaje, que sirvió de cárcel durante varios siglos, una de las dos puertas es la que estaba situada justo por donde se entra hoy a la Plaza de la Lonja. La otra muralla es la que cerraba la medina, que tenía cuatro puertas, de la que nos quedan dos puertas, el Arco de los Santos, y el Arco de la Manquita de Utrera, y dos desaparecidas que eran la Puerta del Pilar o del Pozairón y la Puerta de Lacra.
En la actual Calle de los Arcos, calle donde hoy en día se encuentran los dos arcos, había una barbacana (una muralla baja) y un foso.
Los restos de las murallas son árabes y cristianas, construidas entre el siglo XI y XIV.
Se conservan lienzos de murallas y torreones en la Calle del Cinto, la Calle Alcázar, la Calle Alcaldía, la Calle Arzobispo Jiménez de Rada, el Paseo de Santa María, el Mirador de la Baranda y la Plaza de la Lonja.
Las torres son de planta rectangular con las esquinas protegidas con cantería a soga y tizón; y mampostería entre los entrepaños.
En la Calle del Cinto hay una placa en recuerdo a los fallecidos por el derrumbamiento de una parte de la muralla el 6 de abril de 1948.
En la esquina trasera de la Iglesia de San Pedro y San Pablo se han descubierto unos arcos escarzanos de ladrillo que posiblemente sean del antiguo alcázar.
También la torre campanario se asienta en un torreón militar interior al recinto del alcázar.
Declarado Monumento Histórico.