Empezó a construirse en 1739 extrayendose la piedra de la Cantera de Herrera, en el Cerro Moroche, cerca del Cortijo Herrera próxima a la Aldea Cerradura, y la Cantera de Capuchinos.
Madoz ya lo describa como un puente de piedra de tres ojos sin darle ningún nombre.
En diciembre de 1858 se hundió y hubo que reconstruirlo.
Desde entonces se le conoce como Puente Nuevo.
En el siglo XIX para poder pasarlo había que pagar por los derechos de pontazgo.
Su calzada es rasa.
Tiene tres ojos.
Se conforma por tres bóvedas escarzanas de sillería con boquilla de dovelas Acodadas, Pilas de sillería con tajamares semicilíndricos y sombrerete cónico; tímpano y estribo con aletas en vuelta de sillería.
Pontón de desagüe de medio punto de ladrillo con boquillade sillería.
Posee una longitud de 43 m.; una anchura de 8,5 m.; y una altura máxima de 8,5 m.
Sólo le queda un pináculo decorativo en forma de piña de los cuatro que tenía.
Mantiene sus parapetos originales de piedra excepto en un tramo pésimamente reconstruido con petacas de obra actuales.