Se ubica a las espaldas de la Ermita de Santo Cristo de la Asomada de la que toma el nombre.
En el lugar, donde la tradición medieval sitúa la emboscada que hizo prisionero de los musulmanes al obispo mártir de Jaén, san Pedro Pascual. Natural de Valencia, de padres mozárabes, siendo niño conoció a San Pedro Nolasco, fundador de la orden de la Merced encargada de redimir cautivos. Mas tarde fue monje mercedario y fundó el Convento de la Merced de Jaén, llegando a ser obispo de la ciudad en 1296, cuando contaba con 71 años de edad. Fue apresado dos años después, cuando regresaba de hacer una visita pastoral por los pueblos fronterizos, sufriendo el martirio en Granada en el año 1300.
Pertenecio a Rafael del Nido Segalerva, del Partido Liberal de Sagasta que fuera Gobernador Civil y presidente de la Diputacion. Defensor de Jaén, animaba al compromiso con la ciudad y su provincia más que con los intereses de partido. Fue presidente de la Economica de 1902 a 1910, a la que incorporó Alfredo Cazaban nombrado en 1904 Cronista Oficial de la Provincia, siendo su revista, Don Lope de Sosa, órgano oficial de la Economica desde su creación en 1913 hasta su desaparición en 1930.
La casería responde a la tipología característica de la casería tradicional: dos plantas, fábrica de tapial y mampostería revestida de cal o yeso, y cubierta a dos aguas de teja.
La portada y las esquinas son de sillería, disponiéndose rejas en los huecos de la planta baja y balcón en la superior.
A finales del siglo XIX fue rehabilitada por su antiguo propietario Rafael del Nido y Segalerva, hombre muy influyente en la política local.
Tiene una bodega subterránea.
Tiene un escudo heráldico en su fachada.
Escudo que parece pertenecer al linaje Torres de Navarra, procedente de una antigua casa en Jaén propiedad de la actual familia que habita esta casería.
Muestra campo ovalado en gules con cinco castillos con composición en aspa, águila real bicéfala como figura portante, y timbre de corona.