Su nombre procede del canónigo Francisco Jerez, que en 1653 compró esta heredad que había sido de los herederos de Don Álvaro Salazar de Valenzuela.
El canónigo Jerez amplió la posesión y edificó otras caserías.
En 1938, una parte era de Don Francisco Berges, que en 1843 compró cinco de las siete partes de que se componía la casería y en 1844 otra parte valorada en 10.226 reales.
Otras partes de aquella gran heredad fueron propiedad de Doña Juana Coronado, Don Julián Molina y Don José Gutiérrez.
Figura en el censo de 1860.
En el censo de 1869 se la sitúa a tres cuartos de hora de camino y como propiedad de Don José María Martos.
En 1878 era de Don Eduardo Solá Moreno, que presentó sus aceites en la Exposición Provincial de Jaén.
Los censos de 1898-1901 la señalan como propiedad de Don Ramón Lara Nieto.