- La cerámica ha llegado a ser la base principal de la economía local, la estructural con productos destinados para la construcción ocupa casi un 30% del sector en el mercado nacional, mientras que la artística; destacando los artículos de jardinería son conocidos en mercados internacionales como pueden son Japón y Estados Unidos.
- Las distintas culturas entre las que destaca la árabe han dejado un legado en cuanto al trabajo del barro a través de formas para piezas que llegan hasta nuestros días y en aspectos decorativos, con engobes sobre barro rojo o blanco y vidriados.
- De manera simplificada el proceso del trabajo tradicional del barro comienza con la extracción del barro del suelo de Bailén, rico en este recurso, y depositándose en las pilas para que quede libre de impurezas. Tras el lavado, se amasa con los pies para posteriormente ser cortado con un tamaño en función de la pieza que se vaya a realizar. Una vez terminado este proceso, comienza su trabajo en la rueda que sólo unos pocos son auténticos maestros en esta labor para darle forma. Tras un baño a la pieza que le otorgará ese aspecto vidriado pasará al horno durante unas horas donde finalmente quedará terminada la pieza. Pero el proceso en Bailén no termina aquí, sino que el antiguo oficio de "cacharrero" vinculado a esta localidad desde el año 1700 aproximadamente juega un papel importante en la distribución y difusión hasta el último rincón de la artesanía cerámica elaborada en la localidad.
- La tradición conservada a través de formas, secretos de cocción es unida a las incorporación de las nuevas tecnologías que marcan los tiempos para seguir produciendo macetas, botijos y jardineras en el sector de la cerámica artística y un diverso abanico de posibilidades en ladrillo con la cerámica estructural.