En ocasiones en la zona hay otros nacimientos ocasionales que podemos atribuirlos al mismo nacimiento.
La Crónica del Condestable Iranzo señala que era tradición celebrar allí la Pascua del Espíritu Santo o Pentecostés, describiendo el lugar: «aún no media legua de la dicha ciudad de Jaén, camino de Granada, se facen unos prados muy alegres, de la una parte cercados de huertas y grandes frutales y de la otra, unos cerros de peñas bien altos, al pie de los cuales nacen tres fuentes de aguas muy claras. Y llámanse aquellos prados, la fuente de la Peña.»