Construido inicialmente en 1578, por los frailes carmelitas, en honor a
la Virgen del Carmen, donde ya estuvo San Juan de la Cruz. El convento fundado en 1573 y refundado en el s. XVII, que contó con visitas y estancias de San Juan de la Cruz, fue adquirido por Pablo de Olavide para establecer la sede de su Intendencia. San Juan de la Cruz estuvo en él en 1578 y aquí regresaría en 1591 camino de Úbeda antes de morir.
En 1767, el convento es expropiado y utilizado por Carlos III para la fundación de La Carolina.
La iglesia se reforma y amplía para formar parte como Parroquia de la
población en honor a la Inmaculada Concepción, patrona de España y del
proyecto colonizador.
La iglesia evidencia la austeridad de tipo conventual, como sede de la antigua fundación carmelitana de San Juan de la Cruz.
La fachada conserva su estilo carmelitano mezclado con pinceladas neoclásicas y barrocas coloniales.
La fachada, alta y estrecha, rematada con frontón triangular y ojo de buey en su tímpano, tiene aneja una torre prismática
La nave principal se amplía y se añaden dos laterales desde el
presbiterio, creando junto a la sacristía y a varias capillas una planta
armoniosa e irregular.
La nave se cubre con bóveda de cañón con lunetos
Coro a los pies y un espacio poligonal lobulado, que da paso al tramo rectangular del presbiterio.
La parte central corresponde a lo que en su día fue el convento de La Peñuela, fundado por San Juan de la Cruz, que en su retiro espiritual compuso sus más bellos versos místicos.
La mayor alteración se acomete en 1900, adosando al templo la actual torre-campanario.