En el siglo XVII la calle Ciprés era conocida como la calle de don Martin Gutiérrez. Fue Martin Gutiérrez Figueroa un caballero veinticuatro prestamista de Jaén emparentado con el fundador del Convento de las Bernardas y dueño de un mayorazgo. Un siglo después, el Conde de Donadío, Vicente Quesada y Salazar, era el propietario de los mayorazgos de Quesada y de Gutiérrez Figueroa. Entre otras propiedades, comprendía este mayorazgo las practica totalidad de las casas de la manzana frente a la coronada, entre las calles maestra alta (Calle Almendros Aguilar) y baja (Calle Martínez Molina), entre las calles de la ropa vieja y de don Martín Gutiérrez (Calle Ciprés). En esta calle y como parte de este mayorazgo había un horno de pan, de trece varas (10,5 metros) de frente y 9 de fondo (7.5 metros) con un corral cercado de casas. Entonces hacia esquina con la calle maestra alta.