En la zona podremos ver a nuestro alrededor y en el propio piso del
camino, los efectos que produce la erosión del agua en materiales
geológicos como los que nos rodean. Se trata de una sucesión de
socavones que se extienden en profundidad y que se comunican entre
ellos. Cuando el agua de lluvia circula por la superficie, pronto se
filtra por estos agujeros, pero arrastrando muchas partículas en
suspensión, a veces formando auténticas coladas de barro. Es fácil
imaginar que el poder erosivo se incrementa cada vez más, con lo que los
socavones se unen entre ellos para formar otros mayores. Cuando afecta a
un camino, el riesgo para la circulación es evidente, ya sea en coche,
bicicleta o incluso andando. Precisamente en este proceso está el origen
de la formación del Puente de Tierra.
Estamos sobre margas cretácicas, periodo en el que vivieron animales
marinos como los anmonites, los belemnites, y otros gasterópodos. Las
cuales podemos encontrar por el suelo fosilizados y piritizados.
Es yacimiento de época prehistórica ya que se encuentran herramientas líticas de piedra pulimentada de época neolítica o calcolítica.