Puede ser de origen visigodo ya que en sus muros se encontró una inscripción de época visigoda. Se trata de
una lápida fundacional en la que según reza, el Abad Locuber construyó
dos coros en la que debía ser la iglesia de una fundación monástica
fechada en el año 691, durante el reinado del rey visigodo Egica.
Se comenzó a derribar en 1969 para construir un bloque de pisos.
Se conserva un muro de la iglesia y la puerta lateral de arco ojival. Así como algunos restos arqueológicos como frisos, la pila bautismal, sillares, etc.