Se reforma en el siglo XIII a manos del Infante Don Juan Manuel.
La puerta la forman dos arcos apuntados paralelos de piedra.
Entre los arcos quedan restos de una bóveda trasversal de cañón, perteneciente a una barbacana.
Sobre ésta y apoyada sobre las murallas hay una torre campanario construida con aparejo toledano y ladrillo, con decoración de pilastras e impostas, y con una cornisa con un hueco coronado de medio punto en cada lado.