Arbusto siempreverde que extiende sus ramas, tendidas por el suelo o colgantes, de hasta 1 o 2 m. de largo.
Corteza de color rojizo, fácil de desprender.
De ellas brotan ramillas muy cortas, con las hojas amontonadas en un extremo, de color verde oscuro y lustrosas.
Flores blanquecinas o rosáceas, en forma de copa, agrupadas en racimos, en la terminación de las ramillas.
El fruto es carnoso, de un color rojo vivo, cuando está maduro, y con la carne de color blanco o crema, comestible, pero de sabor insípido y poco jugoso.
Al fruto, alude el nombre griego Arctostaphylos (de Arctos: oso y stanpylos: racimo de uvas), así como en latín, (uva-ursi: uva de oso).
Florece desde marzo hasta junio, según la altitud y maduran los frutos al final del verano o en el otoño.
Se cría desde los 500-600 m de altitud hasta por encima de los 2300 m donde puede convivir con el pino negro (Pinus nigra).
Lo mismo en terreno silicio que en calizo.
Ocupa a menudo los claros y desmontes de encinares, quejigales, pinares e incluso melojares, prefiriendo las laderas pedregosas y collados, algo húmedos, de las montañas.
En gran parte de Europa, Asia y América septentrional.
Se extiende por gran parte del centro y mitad oriental de la Península Ibérica, desde los Pirineos y Cordillera Cantábrica hasta el Cordillera Penibética; escasea mucho hacia occidente y falta tanto en Portugal como en las Islas Baleares.
Es una planta que se propaga fácilmente, tapizando por completo el suelo, llegando a cubrir grandes extensiones; por ello es difícil controlarla en cultivo.
Es una de las plantas meliferas.
La planta española, suele tener las hojas más gruesas y coriáceas que las europeas por lo que algunos autores la consideran como una variedad distinta; A. uva-ursi subsp. crassifolia.