Es oriunda de Afganistán, pero se puede encontrar también en Egipto, Palestina y riberas del Mar Rojo.
Aunque no hay ninguna referencia a su presencia en Jericó si bien se sabe que la traían los mercaderes de otros lugares como talismanes muy solicitados.
Debido a que casi no tiene raíces, puede ser levantada por el viento y llevada a través los desiertos.
Cuando se seca, las hojas y ramas se contraen formando una pelota apretada.
Cuando coge humedad, revive, reverdece, incluso después de muchos años de cortada. Este es su mayor atractivo y curiosidad.
La Rosa de Jericó debe sumergirse dentro del agua (pecera redonda o copa).
En las primeras semanas resulta conveniente cambiar el agua con frecuencia, todos los días. Esto es un tanto molesto, pero necesario para evitar el moho y las algas.
Se puede comprar como un "bulbo", meter en una ensaladera de vidrio mediana, con bastante agua y a los dos días estará completamente abierta. Luego puede salir moho y oscurecerse el agua. En este caso, lavarla y dejar en remojo un rato con agua templada, volver a lavarla e introducir en la ensaladera con agua cubriendo solamente las raíces.
Es una planta que ha dado lugar a referencias simbólicas y supersticiosas de diversa índole:
Se hace referencia a su relación con Jesús cuando estando en el desierto la misteriosa flor se arrastraba con los vientos y llegaba hasta el Maestro para ofrecerle gotitas de agua para paliar la sed de sus labios en tan ardiente elemento arenoso.
Jesús la bendijo y como sagrada pasó a ser talismán de muchas leyendas, crónicas y conjuros.
Es un amuleto que se utiliza para bendecir los hogares ahuyentando las malas influencias y atrayendo la paz, el poder y la abundancia al mismo.
Confiere suerte en los negocios, habilidad en el trabajo, ofrece salud, fuerzas, felicidad y, sobre todo, tiene la propiedad de trasformar las energías negativas en positivas en el lugar donde se encuentre.
Fundamentalmente se utiliza para que absorba la energía negativa de los hogares y los negocios, que puedan generar las personas que mal nos quieran.
Protege la casa y el comercio contra los malos deseos y las malas vibraciones; atrae las energías positivas y también la prosperidad económica.