Hierba perenne, cespitosa, caulescente, blanco-tomentosa, con cepa lignificada.
Tallos de 7-15 cm, simples, escapiformes.
Hojas basales hasta de 35 x 15 mm, dispuestas apretadamente, largamente pecioladas, con limbo elíptico u oblanceolado, enteras; las caulinares, pocas, sentadas, oblongas o lineares.
Inflorescencias en capítulos homógamos, terminales, solitarios en el extremo de los tallos. Involucro con 3-4 filas de brácteas, recubiertas, al igual que los pedúnculos, por pelos negros.
Flores liguladas, amarillas, las externas a menudo con el dorso rojizo, pentámeras, zigomorfas, con base tubulosa y lengüeta patente con 5 dientes en el ápice. Estambres 5, de anteras soldadas. Ovario ínfero, bicarpelar.
Fruto en aquenio, de unos 3 mm, oblongo, costillado, con vilano de pelos blancos, unas tres veces más largo que el aquenio.
Floración: julio.
Vive en suelos calcáreos, entre gleras y en arenales calizo-dolomíticos, hallándose a veces en grietas y oquedades de las rocas.
Sierras Béticas calcáreas (provincias de Málaga, Granada, Jaén, Almería y Murcia).
1600-2100 m de altitud.
En Sierra Nevada se conocen únicamente dos localidades, que incluyen menos de 500 individuos.
En Almería dispersa por la Sierra de María.
Especie calificada como “Vulnerable”. Aunque la escasez de esta especie es atribuible a la especificidad ecológica y a la discontinuidad de su hábitat, el bajo número de individuos que incluyen sus poblaciones se debe, sobre todo, a la influencia de los mamíferos herbívoros (cabra montés y ganado doméstico), que ramonean los ejemplares accesibles, que casi nunca llegan a producir frutos. Los ejemplares que se encuentran en roquedos más o menos inaccesibles son los únicos que se desarrollan normalmente.