- Esta ermita, denominada también de Santiago, es a pesar de su antigüedad, la que menos reformas estructurales ha tenido.
- Construida en el siglo XVI, y pese a la remodelación del arco de la puerta de entrada en 1978, aún conserva su primitiva y sencilla morfología mudéjar, en la que destaca su pate central que se adorna con dos pilastrillas a modo de alfiz, ventana y espadaña de un solo cuerpo, todo construido en ladrillo, y que podemos ver gracias a que en el 78 se procedió al picado de la cal que los cubría.
- En el interior, destaca la techumbre mudéjar original de par y nudillo y tirantes de lacería. Solución que ha estado vigente en nuestra provincia hasta el siglo XIX en muchos edificios eclesiásticos, ya que la mano de obra mudéjar, al ser una población marginal, era más barata.