Es un arbusto que, a pesar de su morfología genistoide, similar a la retama, no es pariente suya
El parecido es consecuencia de la convergencia de formas, no de la filogenia.
Parasita a otras plantas a través de sus raices.
Los tallos son ramificados y erectos alcanzando hasta 1 m de altura, estriados y de color verde oscuro por completo.
Llevan pocas hojas dispersas, pequeñas, de contorno estrechamente elíptico acabo en punta, algo coriáceas, sésiles y dejando una cicatriz aparente en la rama al caer.
Sus flores y frutos descubren que no es una planta papilionácea.
Las flores aparecen en primavera de febrero a julio. Son unisexuadas, las masculinas en inflorescencias laterales y las femeninas solitarias, ambas con 3 tépalos soldados amarillos.
Sus flores poseen nectarios, por lo que son frecuentemente visitadas por las abejas.
Los frutos se dan de agosto a septiembre.
El fruto, una baya roja o anaranjada de 5-8 mm, madura en otoño y tiene una sola semilla.
Al igual que las demás especies de santaláceas, es una planta hemiparásita, capaz de absorber savia bruta de las raíces de plantas vecinas.
La retama loca vive en suelos algo húmedos.
Zonas de tránsito entre el encinar, el coscojar más húmedo, el zarzal y el bosque de ribera. En los encinares claros o algo degradados y en las comunidades arbustivas húmedas.
Se le atribuyen propiedades medicinales como astringente.
Antiguamente se utilizaba para encender hornos y hacer escobas.