El arco que da paso al interior del recinto amurallado llamado del agujero, debió formar parte del antiguo arce o ciudadela romana como su estilo evidencia.
Hoy puede contemplarse con una escalinata de reciente construcción que nos conduce hacia el interior de la ciudad fortificada.
A los pies de la escalinata tiene dos cañones que evocan los que en su defensa, contra las huestes los cristianos de Alfonso X, los árabes del rey taifa Ibn Mahfuz usaron por primera vez en Europa la pólvora con fines militares.