Suele albergar durante el día bajo piedras, troncos o de hojarasca.
Es más frecuente en los bosques, parques y jardines, entre abril y octubre.
Es
bien conocido por su costumbre de levantar su abdomen largo y
descubierto y la apertura de sus mandíbulas, más bien como un escorpión
cuando se ven amenazados.
Aunque no tiene aguijón en la cola que puede dar una mordedura dolorosa con sus fuertes mandíbulas.
También emite un olor maloliente, como una secreción defensiva, de un par de glándulas en blanco al final de su abdomen.
Es
un depredador, la caza, principalmente por la noche, se alimentan de
invertebrados como gusanos y cochinillas, así como de carroña.