Sitios > Europa > Unión Europea > España > Andalucía > Provincia de Jaén > Torres
Dama ibérica de Torres
Ibero
Dama ibera en piedra caliza de los siglos V-IV a.C.
Es una figura de mujer vestida con una túnica sobre la que cuelga una toga que le cruza el torso desde el hombro izquierdo al costado derecho.
Está cubierta por un manto con marcados pliegues en zigzag.
Lleva tres collares, muy representativos de la desmedida afición de los iberos por las joyas.
De los dos primeros cuelgan unos adornos en forma de pequeñas ánforas, denominados anforiscos, que se alterna con medallones porta - amuletos que le procuraban la salud y los alejaba del mal.
El tercero tiene forma de cordón y está más deteriorado que los dos primeros.
Esta joven mujer, así lo indica un pequeño abultamiento en el vientre que denota la ausencia de senectud.
Tiene la pierna derecha ligeramente avanzada, es lo que se desprende del evidente ángulo que forma el inicio del muslo.
Por la posición de los brazos, debería de portar ofrendas. Desgraciadamente desconocemos de que tipo serían, pero bien podrían ser figurillas muy pequeñas trabajadas artísticamente cuya representación estaría en estrecha relación con la Dama, aunque las ofrendas de los iberos también solían ser frutos de la tierra. En cualquier caso se trataba de los exvotos que llevaban a los santuarios para entregarlos a los dioses pidiéndoles cualquier tipo de bendiciones. Por tanto, hablamos de una Dama Oferente.
Estas damas solían estar situadas en los santuarios junto con las ofrendas pero el hecho de que desconozcamos el lugar donde se encontró nos impide comprobarlo.
Desde el primer momento se la ha relacionado con las magníficas representaciones ibéricas de las damas de Elche y Baza. La vestimenta y las joyas con que se adornan les presta similitud. Los anforiscos del collar, aunque más estilizados, son lo mismo que los que lleva la de Elche así como los medallones porta - amuletos. Los pliegues del manto también son muy similares. Sin embargo, el estado de conservación evidentemente no es el mismo, a la de Torres le falta la cabeza, las manos y las piernas lo que nos impide completar su figura, pero ello no le resta importancia puesto que lo que muestra es suficiente para apreciar su calidad artística, comprobar que se trata de una mujer perteneciente a una clase social elevada que nos informa además del papel desempeñado por la mujer en la sociedad íbera desde el punto de vista religioso social y económico.
Otras diferencias vienen impuestas porque la de Elche es un busto, la de Baza una figura sedente y la de Torres una figura de bulto redondo que está de pie.
La de Baza, que presidía una tumba, representa una diosa entronizada con función de urna ya que en un costado guarda las cenizas de un difunto.
La de Elche posiblemente no se trate de una divinidad.
Por último, la de Torres representa una dama oferente.
Si la de Baza está policromada, en la de Torres una mancha de color rojizo aún se aprecia en su espalda. Era el símbolo de la vida que los iberos acostumbraban a poner en sus esculturas.
Tanto la alicantina como la granadina están ataviadas lujosamente, la ausencia de cabeza en la de Torres nos impide comprobar si también lo estaba, algo que es muy probable a juzgar por la similitud de los demás elementos.
La Dama se encontraba en el Museo Provincial desde el año 1992, cuando se entregó anónimamente por su descubridor, éste indicó que procedía del Cerro Alcalá.
En ese momento estaba aún más mutilada, le faltaba la cabeza, el brazo izquierdo, las manos, las piernas y la espalda.
A los dos años ingresó otro bloque con la espalda y el brazo izquierdo, como los dos bloques encajaban perfectamente se procedió a su unión después de la pertinente limpieza de las respectivas piezas.
La restauración, encargada por la asociación Amigos de los Iberos a la Empresa Taller de Restauración del Patrimonio S.L., fué financiada por dicha Asociación y la Caja de Ahorros Provincial de Jaén.