Hongo común en Europa y Norteamérica, fácilmente reconocible cuando está maduro por su mal olor y su forma fálica.
Crece sobre suelos húmedos y ricos en restos vegetales, como bosques y jardines con abundante vegetación.
Los cuerpos fructíferos aparecen desde el verano hasta el final del otoño, generalmente agrupados.
El estípite es largo y blanco, coronado por un sombrerete cónico, recubierto por la gleba, de color verde oscuro, fétida y viscosa.
En su base hay una volva rosada, resto del velo que lo recubre en las primeras fases de su desarrollo.
A pesar de su mal olor cuando está desarrollado, este hongo no es venenoso, y en su etapa juvenil, cuando el velo aún no se ha abierto, es consumido en algunos lugares de Francia y Alemania.
Su olor penetrante, a carne en putrefacción, atrae a las moscas, que son las que diseminan sus esporas.
En años de gran fructificación, el olor es perceptible a distancia.