Está
provista de una cepa leñosa vertical con restos más o menos fibrosos de
la que surgen tallos azulados en la parte superior que miden hasta 7 mm
de diámetro; apenas están ramificados en la parte superior.
Las hojas
son casi coriáceas, verdes pero con una zona blanquecina que bordea los
nervios.
Las basales, dispuestas en una roseta persistente en la
floración, de hasta 25 x 8 cm, tienen un peciolo que mide entre la
mitad y un tercio de la longitud de la hoja.
El limbo es de contorno
anchamente ovado o suborbicular, casi palmatisecto, con 5 segmentos que
son pinnatipartidos (con hasta 5 divisiones), siendo el central
peciolado y los laterales asimétricos, más o menos espinosos.
Las hojas
caulinares son similares a las basales pero menos divididas, sin
peciolo y subamplexicaules.
Las flores se reúnen en inflorescencias
similares a los capítulos, en número de hasta 7, más o menos globosos,
de hasta 25 x 20 mm. Estos capítulos están rodeados por un involucro de
8 - 13 brácteas de hasta 50 mm, subuladas, más anchas en la
base, más o menos erectas, lo que da forma obcónica al capítulo; tienen
el nervio medio marcado y hasta 4 espínulas laterales; a veces alternan
con espinas presentes en la base del capítulo.
Las flores, que tienen
cada una una bracteola, tienen el cáliz formado por 5 sépalos de 3 - 4 mm, elípticos y apiculados, verdes pero con el margen
membranoso.
La corola consta de 5 pétalos muy incurvados, iguales, de
color blanco a azulado.
El androceo está formado por 5 estambres, y el
gineceo tiene un ovario ínfero, que emite dos estilos persistentes no
ensanchados en la base (carececarpóforo y estilopodio).
El fruto es un
diaquenio, formado por 2 mericarpos unidos, de 4 - 5; 6 x 2 - 5; 3.5
mm, cubierto por escamas dispersas por lo general pardas.