Cercanas a la antigua fábrica de resinas, hoy Casa de la Reserva, existían estas pegueras, antiguos hornos para la obtención de la pez.
Las pegueras son construcciones de ladrillo circulares, cubiertas en ocasiones por una falsa cúpula y recubiertas en su parte externa por barro.
La resina ya convertida en pez, bajaba por gravedad hasta la hoya donde se recogía.
La pez es una sustancia de color negro y con una viscosidad parecida a la miel. Se utilizaba, entre otras cosas, para impermeabilizar cubas, curtir las botas de vino y elaborar aceites y barnices.