Edificio construido en los años 1946 y 1950 por Romualdo de Madariaga para la sede del Banco de España.
Presenta una severa composición de vanos rectos donde se alterna el mármol gris y la piedra blanca.
Destaca la forma en que se centra el cuerpo principal de la fachada con respecto al conjunto de la plaza, desplazándose a un lado del eje central de la crujía; el retranqueo de gran parte de la última planta también contribuye a resaltarlo. Este desplazamiento se compensa en la esquina a la calle Julio Ángel con una curvatura en vuelo, enfatizada por una expresiva marquesina y el balcón superior.
El interior, muy remodelado para su uso actual, aún conserva el amplio patio de operaciones en su planta principal, cubierto con bóveda rebajada.