Anteriormente era esta capilla la que comunicaba la Catedral Nueva con la Catedral Vieja.
Presidida por el retablo de los santos Agustín y Gregorio Ostiense que son obra de Antonio de Paz. El retablo fue ensamblado en 1627 por Antonio González Ramiro.
En el ático del retablo se muestra una pintura de la Virgen con el Niño y San Juanito de Luis de Morales, al parecer procedente de la Iglesia de San Felices de los Gallegos.
Al mismo autor se le atribuye una pintura del Ecce Homo que se encuentra en la capilla.
Inicialmente el retablo estaba dedicado a San Juan Bautista, posteriormente se sustituyó su imagen por otra de San Bartolomé.
En el extremo opuesto se encuentra el sepulcro del canónigo doctoral
Juan de Mogrovejo, tío de Santo Toribio de Mogrovejo (canónigo de
Salamanca promovido al arzobispado de Lima).
También se halla el
sepulcro de los hermanos Aguilera, médicos de papas y catedráticos de
la Universidad. Es una obra cercanas a Morales, del mismo modo, un Nazareno sobre el sepulcro del canónigo Sánchez Palacio.
El Ecce Homo de pintura del tríptico contiguo al retablo destaca por su bella factura.
También se custodia en esta capilla la imagen del Cristo Yacente de la Misericordia, obra de Enrique Orejudo en 1991, que desfila en Semana Santa con la Real Cofradía Penitencial del Stmo. Cristo Yacente de la Misericordia y de la Agonía Redentora.