Convertido en un museo que recrea cómo se elaboraban las harinas hace un siglo. Se considera una de las harineras más importantes y mejor conservadas de España.
La maquinaria que se puede ver es la original, de la marca Buhler, que se añadió a la primitiva fábrica a finales del siglo XIX y que constituyó un avance importantísimo en la producción de harina, ya que se pasó del sistema de piedras al de cilindros.