Llama la atención su extraordinario porte, conseguido gracias a su avanzada edad. Existen estudios científicos que relacionan su diámetro de tronco con la edad; en este caso la mayoría de los tejos tienen edades comprendidas entre los 100 y 150 años porque sus perímetros son superiores a 2,50 metros. Uno de los individuos más gruesos (Tejo Milenario Macho) tiene un contorno de 7,40 metros por lo que se le estima una edad aproximada al milenio, aunque algunos autores triplican esa edad.
En cuanto a la altura, los integrantes de la arboleda son todos muy parejos, ronda los ocho metros, a excepción de ejemplares como el antes señalado cuya altura es de 10 metros.
El número de ejemplares no supera la decena, todos ellos machos excepto el Tejo Milenario Hembra, y están acompañados de pino laricio (Pinus nigra subsp. salzmannii), algún arce (Acer monspessulanum) y majuelos (Crataegus monogyna), estos últimos son de porte arbóreo y son los que predominan en el paisaje.
Entre los arbustos se diferencian cerecillos (Lonicera xylosteum), hérguenes (Calicotome villosa), torviscos macho (Daphne laureola) y rosales (Rosa sp.), y gran cantidad de hiedras (Hedera helix) trepando por los troncos de los pinos.