Su creacción a finales del siglo I a.C., fue consecuencia de una importante actuación urbanística de remodelación de trazados viarios y reparcelaciones, que anuló algunas construcciones anteriores.
A un lado y otro de la calle se construyen viviendas, cuyos restos no han sido excavados en su totalidad.
Se conservan depósitos de agua (cisternas) y algunos umbrales de piedra cuyas tallas documentan el tipo de puerta (de una o de dos hojas).