Es de pequeñas dimensiones y dispone de una entrada
monumental compuesta por un arco de medio punto que enmarca una puerta
adintelada, con pilastras toscanas, realizada en piedra y en la parte
superior una hornacina vacía, con complicados adornos realizados en
yeso.
Sobre las puertas hay un óculo, y a ambos lados dos
pilastras toscanas, todo ello en ladrillo y rematado con una cornisa y
frontón partido.
Al interior el templo dispone de tres naves
cubiertas con bóvedas de lunetas y bóvedas vaídas, sustentadas sobre
pilares cuadrangulares, y una cúpula sin linterna en el crucero.
Sobre la entrada se encuentra sobreelevado el coro.
No
tiene capillas laterales, pero en cada tramo se encuentra un retablo
barroco de estilo muy recargado; entre éstos, destaca el altar mayor
dedicado a Santo Tomás de Aquino.