Hojas alargadas, en su mayoría dispuesta en una roseta basal.
De la roseta emerge un tallo villoso, raramente mayor de 25 cm, y de aspecto frágil.
La planta emite simultáneamente pocas flores pero muy llamativas, de 5 pétalos amarillos con una amplia mancha morada en su base; cada flor se abre por un período corto, a menudo de un sólo día; al arrancarla, los pétalos se desprenden con gran facilidad, como ocurre con las de las amapolas o los escaramujos.
Pertenece a la familia de las Cistáceas, que incluye a especies con flores muy similares, como las jaras y jarillas.
Pastizales de baja talla, instalados sobre suelos arenosos derivados de rocas silíceas. Huyen de los herbazales más densos y de los matorrales cerrados.
En toda la Región Mediterránea, aunque haciéndose más frecuentes en la parte central y occidental, desde Italia hasta España, Portugal y Marruecos.
Son abundantes en toda Sierra Morena, y particularmente en los afloramientos de granitos, que generan suelos arenosos.
El nombre popular de estas hierbas se debe a las turmas, hongos que crecen sobre la raíz de la planta, y cuyo cuerpo fructífero o seta (en este caso subterránea y casi esférica) se asemeja a pequeñas patatas.
Las turmas, corresponden realmente a varias especies del género Terfezia que aparecen en diversos momentos del año; la más recolectada suele ser Terfezia arenaria, de bastante tamaño –a menudo 5 o más cm-, con carne blanca y cubierta parduzca, que se recolecta en la primavera.
A pesar de su aspecto, las turmas no son parientes cercanos de las trufas (hongos igualmente subterráneos, del género Tuber); en el pasado se pensó que sí que estaban estrechamente relacionados, por lo que se bautizó con el nombre científico de Tuberaria, es decir, hierba de las trufas.