Construida entre 1521 y 1793, es el símbolo indiscutible de la catedral y de la ciudad de Murcia.
Mide 93 metros (98 con la veleta) siendo por tanto la segunda más alta de España tras la Giralda de Sevilla.
Fue ideada en 1519, constituyendo una de las iniciativas más atrevidas del cabildo catedralicio en tiempos del obispo-cardenal Mateo Lang de Wellenburg. Tras la presencia del arquitecto italiano Francisco Florentino en el proyecto, su hermano Jacobo Florentino acabaría por sustituirle, él fue quien dio comienzo a las obras de este soberbio campanario, trabajando en ellas hasta su muerte, acaecida en 1525.
Debido a lo dilatado de su proceso constructivo reúne diferentes estilos:
El primer cuerpo, realizado por los italianos Francisco y Jacobo Florentino en 1521, es de planta cuadrada y estilo renacentista con ornamentación del plateresco hispano. En su interior se aloja la Sacristía Mayor.
El segundo cuerpo fue realizado por Jerónimo Quijano y es del mismo estilo pero siguiendo líneas más puristas; se concluyeron las obras en 1555, quedando paralizadas a este nivel durante más de dos siglos como consecuencia de la preocupante inclinación que comenzó a sufrir la Torre. En su interior se instaló el Archivo Catedralicio, emplazado a esta altura para evitar las periódicas riadas del río Segura.
El tercer cuerpo, donde se aloja la sala del reloj, empezó a levantarse en 1765 ya bajo los cánones del barroco y teniendo como director a José López, que mediante un cálculo arquitectónico evitó la inclinación anterior de la Torre proyectando una mayor carga de peso hacia el lado contrario.
En el cuarto cuerpo destacan los conjuratorios, cuatro templetes coronados por cúpulas piramidales y las efigies de los santos Fulgencio, Leandro, Isidoro y Florentina. En ellos se conjuraban las tormentas con la reliquia del Lignum Crucis que se conserva en la catedral.
El quinto cuerpo, de estilo rococó, corresponde al campanario, donde se encuentran las 20 campanas de la catedral.
Corona el conjunto la airosa cúpula trazada por Ventura Rodríguez, de estilo neoclásico, culminándose finalmente con la linterna en 1793.
Las Campanas de la Torre suman un total de veinte, casi todas del XVIII y XIX.7 Cada una recibe un nombre propio:
San Agustín
Santo Tomás de Aquino
San Isidoro
María Madre de Dios
La Mora nueva
Santa María
Santa Bárbara mayor
Cristo
San José
San Leandro
San Patricio
San Pedro
Nuestra Señora de Belén
Santa Florentina
Santiago
Santa Bárbara menor
Fuensanta - la Catalana
Santa Águeda
La Nona - San Victoriano
San Antonio
Las campanas de la Torre han servido para anunciar las tremendas riadas del Río Segura, guerras, celebraciones y festividades. Actualmente se mantienen muchos de sus toques tradicionales, recuperados como un elemento patrimonial más de la catedral y de la propia ciudad. Sólo una campana es anterior al resto (siglo XIV): es la llamada Mora y está considerada de las más antiguas de España; hace unos años fue bajada de la torre y depositada en el museo de la catedral.
Desde el Museo de la Catedral de Murcia se realizan a diario visitas guiadas a la torre de la catedral.