Es capaz de saltar a una altura de 70 centímetros (esto es, más de 100 veces su tamaño) tiene un esqueleto estructurado como un arco y es capaz de liberar de una sola vez una energía equivalente a 400 veces su peso.
Si un hombre pudiera hacer lo mismo se elevaría sin dificultad por encima de un edificio de 50 pisos.
El cercopis acumula energía templando una parte de su esqueleto interno, una estructura compuesta de un caparazón multicapas y de una proteína que lo vuelve elástico.
Cuando el cercopis contrae sus músculos para saltar, se tiempla como un arco hecho de material compuesto, antes de soltarse y catapultarse con una fuerza que puede ser superior a 400 veces su masa corporal.
Como ocurre con los equipos de tiro al arco más eficientes, es una combinación de elementos rígidos y elásticos lo que permite que el esqueleto del cercopis resista fuertes tensiones durante largo rato y sin herirse.