Es nativa de la América tropical desde México y Nicaragua hasta Bolivia.
Se cultiva en Europa y Estados Unidos por sus flores, fragancia y propiedades medicinales.
Puede crecer tanto en suelos arenosos como arcillosos siempre y cuando tengan buen drenaje.
Requiere crecer a la luz del sol.
Resiste bien el frío hasta -1° C, a partir de ahí es sensible a las heladas y no se desarrolla a la sombra.
En Bolivia crece hasta los 3.700 msnm de altitud.
Es una planta anual.
Crece entre 30 y 50 cm de altura.
Florece entre julio y agosto y las semillas maduran en septiembre.
Las flores son hermafroditas (con órganos masculinos y femeninos) y son polinizadas por los insectos, especialmente los sírfidos.
Es notoria por atraer la vida silvestre.
Las flores son ornamentales y además de ellas se extrae un colorante para textiles.
Toda la planta es cosechada en flor y se destila para extraer aceite esencial. Éste es usado en perfumería, mezclado con aceite de sándalo produce el perfume attar genda. Se obtienen 35 kg de aceite por ha cosechada (unos 2.500 kg de flores y 25.000 kg de hierbas).
El aceite está siendo investigado por sus efectos antimicóticos, para el tratamiento de la candidiasis y para atacar las infecciones de hongos en las plantas.
Tradicionalmente la infusión de las hojas se ha usado para aliviar la tos y su decocción como antinflamatorio y desinfectante.
A los tallos y hojas molidos se les atribuyen facultades cicatrizantes y su decocción se usa como purgante.
A la decocción de la raíz mezclada con la de Colignonia weberbaueri, se le considera un anticonceptivo.
Considerada como fragancia de culto por algunas culturas y liturgias y como planta de sanidad y limpieza espiritual por algunas creencias, es consumida en determinados rituales.
También es usada como símbolo del amanecer.
Actúa como repelente de los áfidos y hormigas. Por estas propiedades se siembra asociado a otros cultivos y además puede usarse como biofumigante.