Pequeñas arañas cazadoras al acecho que destacan por su agilidad en el salto y su vista, inusualmente eficaz entre las arañas.
Los machos tienen pedipalpos de color blanco.
Los palpos de los machos, pero no los de las hembras, son a menudo grandes y vistosos, empleados durante el cortejo.
Las partas anteriores son algo más grandes y sujetan a la presa cuando caen sobre ella.
Cuatro de sus ocho ojos se orientan frontalmente, con los dos centrales especialmente grandes.
Los ojos, como en todos los arácnidos, ojos “simples”,
pero muy elaborados. Son capaces de enfocar y de moverse, variando su
orientación y a veces los mueven rítmicamente para detectar a sus
presas.
Los ojos frontales proporcionan visión
estereoscópica, a la vez que los laterales completan un campo de visión
de 360°, así que no necesitan girarse para controlar todo su entorno.
Su eficaz visión es excepcional no sólo entre las arañas, sino entre
los artrópodos.
Cazan al acecho, acercándose a la presa con
breves carreras y deteniéndose para dar el salto final, que puede ser
muy largo para su tamaño.
Son capaces de saltar con precisión en cualquier dirección, también de lado o hacia atrás.
Cuando el tiempo es desfavorable o se acerca la noche, tejen un pequeño capullo que les sirve de refugio.
Común en todo el Mediterraneo, Canarias y Norte de África.
Entre los 7 y los 9 mm.
Estas arañas suelen encontrarse en muros y rocas soleadas, e incluso en las cercanias de las casas.