Fue fundado durante la construcción del muro de contención de la presa para albergar a los trabajadores (en realidad eran solo barracones) que intervenían en su construcción.
En los años 70 llegó a tener escuela con dos aulas y cuartel de la Guardia Civil pero en la actualidad tiene sobre 30 habitantes, aunque en el verano regresan todos los que viven fuera y la población aumenta considerablemente.
Su situación es estratégica ya que es paso obligado para el turista que accede al interior del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas o para el que regresa hacía la zona de la Loma e Úbeda a través de Villanueva del Arzobispo.
Aunque de siempre se ha denominado Tranco de Beas, es a la Villa de Hornos a quien pertenece y por ello participa con algún concejal en la composición del consistorio municipal.