Hojas muy pecioladas, de formas bastante variables, desde algunas variedades que las hojas son casi enteras, redondeadas o acorazonadas, a dentadas o divididas, hasta formas trilobuladas.
Sus hojas son caducas, que viran al rojo en otoño antes de caer.
Flores insignificantes y bastante melíferas.
El fruto es achatado y de 6-8 mm de diámetro, de color azul oscuro.
Los zarcillos terminan en ventosas adhesivas si se agarran solas a la pared.
Se cultivan por sus hojas, que toman esas interesantes cloraciones rojizas en otoño.
No es muy exigente en cuanto al suelo y clima.
Tolera tanto el sol como la sombra. La exposición al sol favorece la aparición de coloraciones vivas en otoño.
Soporta bajas temperaturas (hasta -15ºC). Soporta tanto el frío como el calor fuerte.