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La Batanera
Pinturas rupestres, petroglifos y cazoletas
Banco cuarcítico de paredes verticales.
El camino está señalizado a la izquierda de la carretera de Ciudad Real a Fuencaliente, 2 km antes de llegar.
A 400 metros del desvío, bifurcación, cogemos el carril de la izquierda, que nos enlaza con la Vereda de las Navas. A 800 metros, senda a la derecha que nos conduce hasta el Río Cerceda, cruzamos el puente y nos encontramos con las pinturas rupestres.
Monumento
histórico artístico nacional (25 /Abril/1924).
Están señalizadas desde
la carretera N-420, km 101.6, en la misma dirección que las pinturas
de Peña Escrita.
Con este nombre se conoce a un yacimiento de pinturas rupestres situado sobre un gran banco cuarcítico de paredes verticales, rodeado de una espesa vegetación, a escasos metros del río Cereceda, en el fondo de una hondonada con escasa visibilidad, entre Sierra Madrona y la Sierra de Hornilleros.
El encajonamiento del río da lugar a un precioso paraje natural, conocido como La Chorrera de los Batanes, por el salto de agua que presenta el río.
Su descubrimiento se produjo paralelamente al de Peña Escrita en 1783 y el 25 de abril de 1924 ambos fueron considerados Monumento-Histórico-Artístico.
El acceso al yacimiento es relativamente fácil y sólo se tardan unos 35 minutos desde Fuencaliente. A unos dos km de esta localidad, en dirección a Ciudad Real sale un camino asfaltado y señalizado, a la derecha.
A la altura del campo de fútbol continúa recto un carril de tierra en progresivo ascenso hasta llegar a una explanada donde de nuevo encontramos un cartel junto a una casa forestal. Desde allí parte un pequeño sendero que desciende hasta el río. Una vez cruzado éste, las pinturas están a la vista.
Su estado de conservación es deficiente, debido a la confluencia de factores naturales y antrópicos. Por una parte, la presencia de humedades en la roca provocadas por infiltraciones de agua y la elevada humedad ambiental debida a la proximidad del río han producido a lo largo de los años una pérdida progresiva del color y han provocado la proliferación de líquenes en la roca, que en ocasiones afectan a algunas pinturas. Por otro, la acción vandálica de algunos visitantes ha llenado de grafitis las paredes del panel principal, que también se ha visto afectado por el lascado de la roca. Si a todo ello sumamos el hecho de que la roca base presenta una coloración entre rojiza y amarilla, con la que a veces se confunde el color rojo de las pinturas, hace que algunas de ellas sólo sean visibles en los días de lluvia o de máxima humedad relativa.
Las pinturas aparecen agrupadas en tres conjuntos, relativamente distantes entre sí, orientados al noroeste, a 820ms de altitud.