Se extinguió hace milenios de Europa debido a la caza excesiva y los cambios climáticos, y quedó relegado a las islas de Córcega, Cerdeña y Chipre, habiendo sido introducido con fines cinegéticos en esta última isla durante el Neolítico. En siglos posteriores volvió al continente de mano del hombre, donde se adaptó perfectamente y hoy en día es una especie en expansión, sobre todo en las zonas montañosas.
En tiempos recientes se ha llevado también a las islas Canarias, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Hawaii y numerosos cotos de caza en todo el mundo, incluso en lugares tan lejanos como Chile.
Se cree que este animal dio origen a la oveja doméstica (Ovis aries), después de ser domesticado en Mesopotamia hacia el 9000 a. C.
Bastante grande que puede pesar hasta 50 kilos.
Se asemeja a una oveja estilizada de patas y cuello proporcionalmente más largos.
La lana es mucho más corta y de color pardo oscuro, volviéndose blanquecina en morro, ojos, mitad inferior de las patas, glúteos y vientre.
Los machos son más grandes y robustos que las hembras y están dotados de grandes cuernos que se curvan a ambos lados de la cabeza.
Las hembras no presentan cuernos o los tienen de muy escasa longitud.
En invierno, los machos desarrollan en los costados unas manchas blancas que no aparecen en los individuos del otro sexo.
Se trata de un animal social que vive en pequeños grupos familiares en el caso de las hembras y sus crías (una por parto), a los que se agrega un macho en la época de celo que es solitario el resto del año.
Para poder incorporarse a una de estas manadas, los machos deben medir antes sus fuerzas con otros rivales, entrechocando sus cuernos violentamente.
La bóveda craneana está reforzada para disminuir los efectos del impacto, pero esto no logra evitar un leve aturdimiento de los contendientes tras un golpe especialmente potente.
La alimentación es puramente vegetariana, y suele realizarse por la noche, cuando el muflón es más activo.
Sus enemigos más peligrosos son los lobos y en menor medida los osos, mientras que los linces y águilas suelen depredar sobre los individuos más jóvenes.