Origen Este y Centro de EE.UU., naturalizado en Europa en el S.XVII.
Recibió el nombre de Robinia por dedicarlo a su introductor en
Europa, Jean Robin, "Jardiner" de Enrique IV, quien recibió las
semillas de Canadá en 1601 y coloca el primer plantón en 1624 en el
Jardín de Plantas de París, en 1784 tenía 20 m y lo terciaron a 4 m de
altura, en 1844 alcanzaba 4 m de perímetro.
Arbol caducifolio de crecimiento rápido y muy longevo, puede vivir hasta 200 años.
Altura: 15-30 m.
Tronco: rugoso y muy agrietado, de color marrón grisáceo.
Las hojas adoptan posturas caídas durante la noche. Son imparpinnadas de 20-35 cm de longitud, con 11-23
folíolos subopuestos, ovalados, redondeados, ligeramente truncados en
la base y apiculados diminutamente en el ápice. Haz de color verde fuerte algo azulado y envés algo más pálido; son glabros, a excepción del nervio central del envés.
Flores en racimos péndulos de 7-15 cm, de color blanco, olorosas y melíferas, abril-mayo.
Fruto en legumbre seca, comprimida y de color pardo.
Longevidad: 60-80 años. Edad máxima conocida 120 años.
La madera es tan perdurable como la del roble y se emplea para
construcción de pérgolas, postes de teléfono (durando hasta 125 años),
pilotes, embarcaciones, etc. Se conserva estupendamente en contacto con el suelo húmedo o el agua. Es un combustible excelente, aunque suelta muchas chispas.
Sus flores son comestibles y se conocen popularmente con el
nombre de pan y quesitos; con ellas se preparaba antiguamente un agua
destilada con propiedades antihistéricas.
Su infusión posee propiedades calmantes, antiespamódicas, emolientes, tónicas y astringentes.
Su cultivo es muy frecuente en parques, jardines, calles y paseos, o para fijar bordes y taludes de carreteras.
Llega a levantar las aceras.
Es uno de los árboles más profusamente plantados en la jardinería municipal de muchos países.
No es nada exigente en el tipo de terreno donde crece, donde se enraíza intensamente, formando rizoides.
Enriquece en nitrógeno los terrenos donde crece. Como todas las
leguminosas, posee bacterias en las raíces que fijan el nitrógeno.
Soporta muy bien la contaminación, por lo que se la recomienda para zonas especiales y en zonas exteriores.
Crecimiento rápido con gran resistencia a la sequía.
Echa nuevos pies con facilidad a partir de chupones y forma malezas densas con los tallos jóvenes espinosos.
Tienen tendencia a partirse.
El motivo de no encontrar nunca grandes ejemplares es por estas caídas de sus ramas envejecidas.