Origen Archipiélago malayo; introducida en Europa en 1815.
El Árbol del caucho es, probablemente, la más conocida de las plantas de interior.
El género Ficus incluye unas seiscientas especies, incluida la higuera común, y se extiende por todas las regiones cálidas del mundo.
Arbol perennifolio y de robusto desarrollo. En estado silvestre alcanza 30 m o más.
Tallo erecto provisto de hojas persistentes, coriáceas, alternas, pecioladas, enteras y de forma aovada alargada, puntiagudas en el extremo y de color verde oscuro brillante.
En sus ramificaciones surgen raíces que pueden arraigar y formar nuevos especímenes.
Las hojas (grandes, hasta 30 cm), durante un cierto período (cuando la planta es joven) se disponen horizontalmente; después son pendientes. Las nuevas hojas aparecen recubiertas por una bráctea de color rojo vivo.
Flores: unisexuales (monoicas), raramente dioicas, apétalas. Sin interés ornamental.
Los frutos, no muy corrientes fuera del ambiente original, son esféricos, rojizos, de 1 cm. de diámetro o poco más, y una superficie lisa, verdosa y punteada.
Fue cultivado y explotado por su látex que durante mucho tiempo se usó para la fabricación del caucho. La ingestión de esta substancia o el contacto con la piel puede provocar alergia.
El látex contiene goma, hidrocarburos, otros compuestos de tipo inorgánico y alcaloides, aceites y enzimas. Su función es sanar las heridas de la planta y defenderla del ataque de sus depredadores.
Sensible a las heladas, sólo aguanta las de baja intensidad.
En interiores y exteriores debe recibir abundante luz.
El suelo tiene que ser poroso, rico en turba, humus y materia orgánica.