Contienen restos de una zona comercial de la ciudad romana, con muros de viviendas, un pequeño patio con aljibe de los siglos I al IV y varios almacenes.
Las construcciones domésticas eran de dos o más habitaciones, que disponían de hogares de piedra para cocinar, pozos para la extracción de agua y recintos de planta rectangular donde se almacenaban las mercancías para su redistribución a las zonas del interior, a través del corredor del Río Vinalopó.
En sus cercanías se ha hallado una gran necrópolis romana, similar en cronología a la de Tarragona.