La larva excava un pozo en forma de embudo en arena fina y suelta para poder atrapar a sus presas, ya sean hormigas u otros insectos, mientras ella las espera en el fondo.
Cuando están desarrolladas del todo, pueden llegar a medir alrededor de 1 cm de longitud.
Posee grandes y poderosas mandíbulas.
Pasa la fase de pupa en primavera, en el interior de un capullo recubierto de arena.
Por medio de la metamorfosis se convierte en adulta y llega a ser un insecto de alas muy delicadas.