De día suele quedarse escondido bajo las piedras de los lugares más cálidos, como por ejemplo los matorrales y lastonares, y de noche sale a la caza de artrópodos que paraliza inyectándoles el veneno de su aguijón terminal.
El más común con diferencia de los cinco escorpiones ibéricos.
Carácter xerófilo.
Picadura muy dolorosa pero no peligrosa en las poblaciones ibéricas. Más tóxico en las poblaciones del Norte de Africa.