Se trata de una pequeña solería romana de ladrillos macizos en formación de espigas formando el típico suelo romano Opus Spicatum.
Pudiese formar parte de una pequeña Villae romana, pero no hemos encontrado restos de cerámica en superficie
No lo hubieramos encontrado sin la estimable ayuda de D. Manuel Valenzuela Díaz que ya lo había publicado antes en su libro Viaje por los Cortijos de Navas de San Juan del 2008.
El pavimento se encuentra en buen estado de conservación.