Es una especie abundante, presente en casi toda Europa.
Como la mayoría de los Buprestis, su larva se alimenta de madera muerta de coníferas, por lo que coloniza pinares/abetales naturales, aserraderos y en ocasiones incluso estructuras de madera.
Se diferencia del resto de especies ibéricas del género por su tono metálico cobrizo, con algunas pequeñas manchas amarillas en la cabeza y los márgenes del pronoto estrechamente amarillos, siendo este color apenas visible desde arriba (a diferencia del raro endemismo B. flavoangulata, que muestra gran cantidad de amarillo en el pronoto).