El origen del melón se sitúa en el sur de Asía donde se pueden encontrar especies silvestres. Parece ser que procede exactamente de Irán, desde donde se extendió hacia Egipto.
El melón se cultiva prácticamente en todos los lugares del mundo que posean un clima cálido y poco lluvioso.
Los principales productores mundiales son China, Irán y España, entre los numerosos países que cultivan la especie.
El melón constituye una de las frutas más consumidas ya que ocupa el cuarto lugar entre las frutas consumidas en todo el mundo, después de las naranjas, los plátanos y las uvas.
Existe una polémica muy grande sobre si este alimento es una fruta o una verdura. Por su textura y tamaño algunos la consideran una fruta; por el tipo de planta donde otros creen que es una verdura.
Los melones son plantas enredaderas con tallos que pueden trepar si se les proporciona el soporte adecuado.
Tallos redondeados con cerdas bien patentes que le proporcionan un textura áspera al tacto.
Los tallos, en la forma cultivada, se arrastran por el suelo y terminan en zarcillos pudiendo alcanzar hasta 4 m de longitud.
Hoja opuestas, lobuladas, con nerviación que recuerda a la palma de la mano.
Las flores son completamente masculinas o femeninas (plantas monoicas), aparecen aisladas y son de color amarillo.
Los frutos presentan formas muy variables, desde redonda a elipsoidal, y pesos que fluctúan, desde menos de 1 a más de 20 kg.
Externamente los frutos pueden ser lisos, corrugados o suturados (con 10 segmentos que evidencian los 5 carpelos), con epidermis lisa o corchosa (células del epicarpio que sobresalen semejando lenticelas) y de múltiples colores, desde blanco, pasando por amarillo y naranja hasta verde oscuro.
La parte comestible o pulpa presenta colores variables entre blanco, verde y anaranjado.
En el interior de la carne se encuentran las semillas (pepitas de melón).
Es indigesto si se consume tierno y se deben seguir los consejos del refrán "el melón, por la mañana es oro, por la tarde plata y por la noche, mata".
Los melones son plantas tropicales que requieren temperatura mínima de 18ºC para germinar, que se elevan a 25ºC durante la estación de desarrollo.
En climas templados se cultivan en invernaderos o cajoneras.
Requieren suelo bien drenado y fértil, alto contenido de tierra negra y de nitrógeno.
Los melones se pueden sembrar directamente o empezar con trasplantes.
Sembrar siembre después que el peligro de heladas haya pasado y el suelo se haya calentado y esté seco.
En hileras de 1,5 m de distancia y 50 cm entre plantas.
Se siembra en Abril-Mayo y se recolecta en 120 días.
Siembra a cubierto a principios de primavera.
Los melones sufren extremos en la humedad del suelo (demasiada lluvia o una larga sequía).
Se recomienda riego en caso de sequía, especialmente cuando el parral o vid están creciendo y las frutas se están formando.
Los sistemas de riego por goteo usado con cobertores de plástico negro funcionan extremadamente bien.
Riega regularmente y alimenta cada 15 días con alimento líquido al desarrollarse los frutos; disminuye el riego y la alimentación al madurar los frutos.
Duración del cultivo de 120 a 200 días.
Si el fruto está maduro aparece una grieta o cicatriz en el extremo donde se inserta el pedúnculo.
Apretando los extremos podemos ver su esponjosidad y al hacerlo debemos notar una sensación de fruto macizo y no hueco.
Los melones amarillos se oscurecen al madurar.
Cuando los melones están maduros, la cáscara cambia de un verde a cafés o amarillo entre las fibras (como costuras).
Los melones deben ser recogidos cuando el tallo se separa fácilmente de la vid, en el punto donde se encuentra unido ("medio suelto o completamente suelto" son etapas de desarrollo). En estas etapas, habrá una rajadura o grieta cerca del punto de unión.
Los melones tienen los siguientes beneficios: salva la vista, controla la presión, reduce el colesterol, combate el cáncer y ayuda al sistema inmunológico.