Es nativa de Europa, desde donde se propagó al resto del mundo acompañando a los viajeros y exploradores.
Mide cerca de unos 2,50 cm de largo en su madurez.
Las tonalidades van del marrón oscuro a negro y tiene un cuerpo brillante.
Presenta dimorfismo sexual; los machos poseen dos alas largas y de color marrón que cubren la mayoría de su cuerpo, que es más estrecho que el de la cucaracha común hembra.
Ni la cucaracha macho ni la hembra pueden volar, aunque ésta última aparte de un cuerpo más ancho que el del macho, parece no tener alas que finalmente se descubren muy cortas e inútiles, apenas debajo de su cabeza.
Suelen ser encontradas alrededor de la materia orgánica en descomposición, y en alcantarillas, desaguaderos, sótanos, pórticos, y otras ubicaciones húmedas.
Así mismo se pueden encontrar afuera bajo arbustos u otros sitios húmedos al aire libre.
Prefieren esconderse en lugares relativamente húmedos y con una temperatura entre 20º y 29º C.
Son de hábitos principalmente nocturnos.
Un signo de la presencia de cucarachas son las ootecas, cápsulas que contienen hasta 16 huevos.
Puede resultar difícil deshacerse de esta especie. Los adultos mueren con facilidad aplicando insecticida, pero cada dos meses las hembras incuban nuevas ninfas.
Las cucarachas están consideradas como uno de los principales transmisores de enfermedades al ser humano. Su paso sobre alimentos y utensilios de cocina los contamina y es el origen de gastroenteritis, diarreas, etc.
Las cucarachas son omnívoras y capaces de sobrevivir una semana comiendo sólo el pegamento de un sello de correos.
Las cucarachas necesitan mudar su cuerpo o exoesqueleto para crecer. Durante las horas posteriores a la muda, su cuerpo "nuevo" y blanquecino se va endureciendo y tiñéndose de su color habitual.