Método de construcción milenario que se utilizó mucho en la construcción de fortalezas islámicas.
Para nivelar el terreno donde se sitúa el muro, se construye una base de mampostería (piedras irregulares unidas con mortero de cal), que a su vez también actúa como barrera para la humedad y evita que el muro de tapial se disgregue.
Sobre esta base de mampostería se construye el muro de tapial a base de cajones de madera que se rellenan de una mezcla de cantos rodados, cal y arena, que se extiende en capas y se compactan una a una por medio de un pisón.
En algunos casos se revestían con mortero de cal sobre el cual se realizaban motivos decorativos.
Era un método de construcción más económico y más rápido que el realizar muros de piedra y necesitaba de un número inferior de mano de obra.