Lo describió por primera vez el botánico francés Jacques Labillardière en sus publicaciones Relation du Voyage à la Recherche de la Pérouse (1800) y Novae Hollandiae Plantarum Specimen (1804). El autor recogió este y otros especímenes en la Bahía de la Recherche durante la expedición de d`Entrecasteaux en el año 1792.
Eucalyptus, es un epíteto que proviene del griego eu = bien y kalyptós = cubrir, que hace referencia al opérculo que cierra el cáliz en la flor. Globulus significa redondeado, refiriéndose probablemente a la flor o al fruto.
El género es uno de los árboles más conocidos de la flora australiana ya que por su rápido crecimiento se ha extendido por todo el mundo para su aprovechamiento industrial.
Es muy común en Galicia donde ha encontrado un hábitat muy favorable para su desarrollo en toda la región.
Prefiere suelos ligeramente ácidos y zonas frescas y húmedas.
No resiste el frío intenso y es un poco sensible a las sequías prolongadas.
Se ha cultivado intensamente para eliminar la humedad en zonas pantanosas.
Florece en septiembre - octubre.
Por la rapidez de crecimiento, se puede encontrar cultivado en muchas regiones del mundo para la producción de madera, fabricación de pulpa de papel y obtención de aceite esencial.
Ha sido especialmente utilizado para sanear zonas pantanosas al eliminar la humedad de las mismas con la consiguiente erradicación de sus plagas de insectos, principalmente mosquitos, y de las enfermedades que transmiten.
Su uso ha supuesto una gran ayuda para el control del paludismo en muchas zonas de Asia, América del sur y el sur de Europa.
Por otra parte, esta capacidad de absorción del agua, convierte a los eucaliptos en especies muy agresivas para el medio ambiente al transformar los ecosistemas por desecación de la tierra donde se plantan.
Se utiliza ampliamente como árbol de jardín.
Las hojas son anticatarrales, balsámicas y expectorantes.
Tiene poder antiséptico además de febrífugo.
Reduce los niveles de azúcar en el plasma sanguíneo.
Por su poder antiséptico y su agradable aroma se usa en multitud de preparados industriales para combatir los resfriados.
Se considera que la ingestión de 30 ml de su aceite esencial es letal. Los síntomas tóxicos son rápidos: dolor abdominal, vómitos espontáneos, problemas respiratorios, depresión respiratoria, taquicardia, convulsiones y delirio.