Hubo unas casas con soportales, se alzó en 1862 una casa de vecinos para Felipe Mingo, casa que rehabilitada aún subsiste, que luego pasaría a ser del Conde del Águila, conocida como Casa del Miedo, por los ruidos que se producían en ella.
Al costado derecho de la iglesia se formaba una plazuela de planta irregular presidida por la casa señorial del Marqués de Cadimo. A finales del siglo XIX la casa fue arrendada a Isaac Mateos y estableció allí el Colegio de San José, que dio paso a comienzos del siglo XX al colegio de San Agustín, regentado por la familia Nogales. Se mantuvo abierto hasta 1970.
En 1958 este espacio urbano sufrió una profunda remodelación por el arquitecto Antonio Ma Sánchez que suprimió una fuente de hierro fundido, talándose los álamos. Se trazaron jardines, plantaron naranjos y se dispusieron dos fuentes, la Fuente de San Bartolomé y la Fuente Baja de San Bartolomé.