El oso de las cavernas u oso cavernario es una especie extinta de mamífero carnívoro de la familia de los Úrsidos.
Se trata de un oso de gran tamaño que vivió durante el Pleistoceno tardío en buena parte de Europa, desde el sur de Inglaterra al Cáucaso.
Es una de las especies de osos prehistóricos más conocida del mundo y uno de los más grandes que ha existido con sus más de 130 cm de altura en la cruz.
Los machos alcanzaban hasta los 3 metros de altura en posición erguida y superaban con frecuencia los 440 Kg de peso, hasta 600 en pre-hibernación.
Los osos cavernarios son fáciles de diferenciar de los osos pardos (con quienes convivieron durante casi toda su existencia) por su morro menos pronunciado y su frente abrupta y hundida.
Los caninos, aunque bien desarrollados, no lo están tanto en comparación con sus poderosos molares, evidencia de una dieta fundamentalmente herbívora y con menor aporte cárnico que en la mayoría de los osos.
Las extremidades delanteras son más largas y robustas que las traseras.
Los osos de las cavernas evolucionaron a partir de la especie Ursus deningeri, hallada en muchos yacimientos del Pleistoceno Medio europeo, y de la que también derivan los osos pardos actuales.
La especie apareció hace 250.000 años y se extinguió hace poco más de 10.000.
Durante ese periodo de tiempo, su hábitat se restringió estrictamente a los bosques mixtos del continente europeo, evitando las llanuras herbáceas y las zonas de vegetación mediterránea.